El hombre intenta entender y dominar la diversidad a la que se enfrenta procurándose su representación ficticia, y es la estructura narrativa en cualquiera de sus formas la que proporciona a la ficción técnicas de abreviación, articulación y condensación por las que logra un efecto de aumento icónico como se describe en las artes plásticas. Esto nos conduce, según Ricoeur, en Del texto a la acción, al planteo que Aristóteles hace en la Poética cuando vincula “la función mimética de la poesía con la estructura mítica de la fábula interpretada por el poeta”. De esta manera, se vinculan mûthos y mímesis, ficción y redescripción, la cual tiene como referente la acción misma.
Con las heterogeneidades propias de cada edad histórica, los capítulos que componen el tercer volumen de Un milenio de contar historias visibilizan diferentes procesos del encuentro del mito y lo mimético, constituyendo una fuente de diálogos, influencias, transferencias, que permiten recoger tópicos y recursos retóricos a lo largo de su recorrido.